miércoles, 5 de diciembre de 2007

reflexión

Después del posteo anterior, que fue realmente absurdo y se salió de la línea continua de mis escritos, voy a subir lo siguiente, espero que les guste






A veces me siento en mi cuarto y pienso. Sí, solo eso, me siento y pienso.

La vida, la muerte, la religión, sexo, amor, odio, amistad, mentiras, verdades, verdades de la vida, y de la muerte, y del sexo, y del amor y la amistad.

Pienso, y mi mente viaja en un barco de ideas por un mar cuyo fin, muchas veces (la mayoría), no logro divisar.
Y es que estoy en una etapa donde todo el tiempo cambio de parecer, primero pienso en algo, después voy y hago lo contrario, o no lo hago por temor a lo que va a pasar, o hago cosas sin pensar.
Pienso, y viajo en una nube de imaginación, dejando que el viento haga de guía, como si fuera una canción, de esas que me cantaban cuando era chico y que ahora suelo recordar nostálgico mientras fumo un cigarrillo.

Pienso, todo el día pienso, ahora mientras escribo estas líneas pienso, y ahora, y ahora y ahora... Es que todo el tiempo estamos pensando aunque no sea nuestra intención.

Pero últimamente... ¡ja! Pienso de más y en todo. El mar de ideas se está transformando en una tormenta de la cual no voy a poder salir ileso, y a eso, le tengo miedo.



Pienso.

1 comentario:

ElChapa dijo...

Copados los dos...En serio, y bien arreglado con el segundo para aquel que no le haya gustado el primero! Inteligente ;)

Te vuelvo a felicitar y te sigo esperando por mi espacio...Estamos con Winona!

Saludos