martes, 27 de mayo de 2008

Lunes

Ya es lunes.
Me gusta ver la lluvia, ver las gotas caer, respirar y sentir la humedad. Siento como si se limpiara mi alma entera, se detuviera el tiempo y se llenara el vacío. Pareciera que se limpiara el mundo, que se borraran las guerras, los problemas, y es que con la lluvia todo se vuelve un semitono más abajo, un color más oscuro y fuerte, más intenso. Sin embargo con la lluvia el blanco es blanco, es una nube y es nada, o lo es todo.
Ese momento se convierte en una eternidad efímera, en un suspiro. En una mirada
Vuelo en un violín y Barret que desgarra las cuerdas como si desgarrara el silencio, lo hace jirones y la risa se eleva. No es irónica, no sé qué es. Sólo sé que ya es lunes y todo sigue igual, todo tan inoportuno.

¡Que fluyan las palabras!

Araudia

Tu cuerpo, mi deseo;
tus palabras, mi música;
tus ojos, mi luz;
tu amor... yo necesito tu amor

domingo, 25 de mayo de 2008

hospitales

Nunca me gustaron los hospitales.

No sé, será que el ambiente es muy deprimente, demasiado para mi gusto (y eso que a veces celebro los Domingos o las tardes de lluvia torrencial), o será tal vez que no me gusta explorar los pasillos, tan vacíos como tétricos, donde cada cara que veo tiene una historia que contar, o tal vez no, y sólo sea rutina, como las caminatas de las viejas por el canalito a las 7:30 de la mañana cuando en lo único que pienso es que falta todo un día más para volver a mi cama.
Hoy tuve que ir al Juan XIII. Díganme racista si quieren, pero me dio asco ver como la enfermera, una mujer regordeta y sucia (sí, el prototipo, nunca son esas rubias flameantes de Hollywood), primero se rascaba los cuartos traseros, se limpiaba la nariz con un pañuelo que valla uno a saber dónde lo tenía guardado y se secaba el sudor de la frente con la palma de la mano (curiosamente tenían los calefactores prendidos) para después tomarle la temperatura a mi hermano, “acariciarlo” y traerle la comida, que lamentablemente pude ver por el pasillo como toqueteaba (ni me imagino cómo y quién la preparo, no quiero imaginarme, no). Lo peor de todo es que si uno se queja, es un irrespetuoso, un “pendejo desagracido” o un “chetito de mierda”, así que hay que guardar silencio si no queremos que el trato ahí adentro, en ese antro, sea medianamente bueno (quiero recalcar que cuando digo bueno me refiero a un nivel de trato acorde a las circunstancias y al personal que trabaja en dicho lugar).
Definitivamente, nunca me gustaron los hospitales.



PD: tal vez sea mi imaginación o esté viendo mucho Dr. House, pero estoy seguro de que hay tráfico de drogas ahí adentro, y hablo de los dos tipos (el guardia no tenía cara de estar presente de mente).

miércoles, 21 de mayo de 2008

imagine

Imaginé en sueños
oscuros, confusos,
en laberintos eternos

Imaginé el sol
y en el cielo yo,
lo perdí, escapó

Imaginé tu amor
y el calor, el rito,
se hizo inmortal

Te imaginé,
te sentí, te amé,
te malgasté

Imaginé,
soñé, y volví
a imaginar

lunes, 19 de mayo de 2008

Fulano, Mengano y Zultano

Sé que hago doble posteo, pero me pareció curioso subir esto. Es que hace días que vengo pensando en "fulano, mengano y zultano". Son tres nombres que usamos, por lo general, para referirnos a alguien que desconocemos (también sus diminutivos). El otro día iba caminando por la Tucumán (recordando viejas épocas, dicho sea de paso) y me encontré con que al lado de Lions hay un negocio que se llama "Fulanita de tal". Quizás no se hallan dado cuenta, pero el nombre en sí es una genialidad. La dueña del negocio está cargando a todas aquellas mujeres que se creén que porque se casaron con tal, tienen mayor impacto social, son las "fulanitas de tal".
Peor no posteo por eso, sino porque estuve averiguando de dónde nace esto de mengano, fulano y zultano. Al parecer hay varias teorías, pero la más aceptada dice que fulano viene del árabe "fulan", que quiere decir "un tal, un cualquier", mientras que mengano viene de "man kan", que significa "uno cualquiera, quien sea" y zultano o zutano es una derivación de citano, palabra en latín originalmente "scitus", que se traduce como "sabido", "conocido".


PD: perdón por el desorden en la escritura, pero es tarde y estoy bastante cansado.
Saludos!
Y así empezó el desfile en el que sólo algunos eran hombres. El negro predominaba la situación, como si de esa forma quisieran presentar algo de respeto o sentimiento, no entendían que ya no los vería más, aunque corrieran desnudos por aquel verde campo, ya no se enteraría. Las mujeres lloraban. Algunos hombres, apartados, echaban miradas sombrías a todo aquel que atinara a sonreír. Él levantó la vista y la vio, encerrada en su tormenta, ajena a todo aquello. ¿Qué pasaría por esa cabeza tan confusa? Quería correr y abrazarla, pero a cada paso que daba las palabras se enredaban en su boca como si su lengua se trabara. Entendió que no sabía que decir, entendió que todo intento de palabra resultaría vano, incluso hipócrita. Otra vez las mujeres rompieron en llantos y así una cadena que terminó en ella. Varios brazos la rodearon y se la llevaron. Él, observó tranquilo, manos en los bolsillos... ya habría tiempo

miércoles, 14 de mayo de 2008

sombras

Acostumbraba jugar con su sombra. Corría para un lado, para el otro, saltaba, rodaba y giraba, siempre tratando de ganarle la posición, de adelantarse un paso a ese espejo sin forma, sin color. Pero sabía que era inútil, por más que intentara, ella siempre se burlaba de él... excepto cuando dormía, claro está. Y es que entonces no había sombra, no había juego, no había forma, sólo la noche, a veces clara y calma, otras difusa y tormentosa, y el titilar de grillos que cantaban a su oído, llorando a gritos la soledad. Qué buscarían, en esa eterna cruzada de cantos, él no lo sabía.

martes, 13 de mayo de 2008

roca: cronopios, famas y esperanzas

Mi ciudad está llena de cronopios, de famas y de esperanzas. Tal vez sea atrevido el utilizar la creación del Maestro, pero simplemente es así: mi ciudad está llena de cronopios, está llena de famas y está llena de esperanzas. Lo gracioso en este caso es que las famas son muy efímeras, nacen y mueren en una semana, a menos que hagan algo realmente sorprendente, que en ese caso su duración puede llegar al mes, abusando claro está del chusmerío. El resto son cronopios y esperanzas (perdidas, según la observación de éste autor).
No creo que lleguen a entender de qué hablo, qué escribo... sólo lo hago.

domingo, 11 de mayo de 2008

imbécil

Siempre me pareció demasiado obvio e innecesario, pero ahora me doy cuenta de que lo obvio muchas veces escapa a la sensatez, y que esta nos puede jugar muy malas pasadas. Harto cansado, no puedo encontrarle una lógica, un sentido fijo de esos que le encantan a los sistemólogos, caí en la cuenta de que no hace falta encontrar una necesaria explicación, bastan un par de miradas y una sonrisa para ver con ojos de niño, para sentir con el corazón y no con la mente. El sólo pensar que el mar está lleno de ellos, ahora figuro la falta de gentuza, la falta de hombre común que pide a gritos una mano, disculpándose, convirtiéndose en bobos aguantables.
Presto, ¿qué mejor amigo que el imbécil? El imbécil se ríe con facilidad, se ríe de todo, como si la vida fuera un continuo jolgorio. En las conversaciones de salón y sociedad, tienen a asentir, a ellos todo les parece correcto, menos cuando hacen preguntas realmente estúpidas, dándonos ahí la oportunidad de lucirnos frente al pequeñoburgués que escucha la perorata de la dama gorda y antigua, las ironías de aquellos que no entienden lo simple. Y es que el imbécil, y pido disculpas si hago énfasis en su poca cabeza, pero no hay nada de malo en la palabra, y al que le parezca fuerte que no me lea, el imbécil nos hace ver inteligentes, exalta lo bueno de nosotros, aquello que queremos mostrar frente al superfluo. Sí, los imbéciles no lo son tanto.

miércoles, 7 de mayo de 2008

No sabía bien dónde estaba el límite, él era el otro, y el otro era él. Sus pasos, sus movimientos, se confundían en un espejo, y a la vez en una sombra, o la sombra de su sombra, o la sombra de la sombra de su sombra y así se podía perder en un juego interminable, como recorriendo un laberinto de pasillos eternos. Había perdido el rastro de quién era, pero sus ojos... ¡ah!, sus ojos eran tan familiares que por momentos creía estar viendo los suyos propios, si eso era posible. Pegó su cabeza al vidrio y sintió el frío en sus mejillas. ¿Había algo del otro lado o era mera impresión suya? Se paró en puntitas de pie y trató de ver más allá, pero la mente era difusa y la conciencia un mar de muchas vueltas.

sábado, 3 de mayo de 2008

encrucijada

A veces llegamos a una parte del recorrido en que no sabemos qué camino tomar. Las direcciones son tantas que nos confunden, o no, estamos tan ciegos que no vemos el camino que se extiende delante de nuestros ojos. ¿Tenemos que seguir por el camino seguro y largo o directamente tomar el atajo corto pero peligroso? ¿Por qué siempre buscamos la salida más fácil aún sabiendo que está mal? Toda nuestra vida nos preparan el camino, nos preparan a nosotros para que al llegar a estas situaciones sepamos como actuar, pero después de todo es el instinto el que nos guía, o al menos debería.
Tal vez halla que tomar aire y saltar, cerrando los ojos hasta que toquemos el suelo y nos aventuremos en este mundo que no para de dar vueltas.