lunes, 31 de marzo de 2008

corto I

Me devoran y hacen de mi carne
un rictus, una danza sagrada y pérfida
y duele

viernes, 28 de marzo de 2008

Edad, ¿sabe?

Sabia vieja sabe
que el saber no se sabe
de árbol sabedor se sale sabiendo
sabrían decir de la sabia vieja
sabe, ¿sabrás?

jueves, 27 de marzo de 2008

Des regards

Efímero fue el momento en que nuestras miradas se hicieron una, pero aquel instante fue para mi eterno, porque en él me vi reflejado en tus ojos, y te vi a ti mirándome y el mundo comenzó a girar a mi alrededor y me hundí en un éxtasis único e irrepetible y quise morir, haciendo inmortal el minuto en que tus ojos se posaron en los míos

domingo, 23 de marzo de 2008

Como la noche

Sentado sobre mi ventana
en mi perpetua vigilia
observé la noche oscura
y te vi en ella, en su locura

Te preguntarás por qué
y es por mil razones
que ni con palabras ni dibujos
entenderían los corazones

Como la noche, eterna,
porque eterna eres en tu hermosura,
en ella habitan mis ojos
perdidos y sin forma

Como la noche misteriosa,
difícil es entender tus deseos,
vastos e incontables
como las estrellas y nuestros cielos

Y así te irás tu mi musa
dueña de mi alma, palabras y mirada
en un barco hacia el cielo
en la noche tu, una intrusa

lunes, 17 de marzo de 2008

Historias y leyendas

De sombras y de males
En toda luz siempre hay
Una pizca de oscuridad malvada
Que la paz ha de alterar

En castillos y en los pueblos,
En posadas y en las granjas
Historias y leyendas
Las viejas suelen contar

¡Calabozos y dragones!
¡Arpías y hechiceros!
Ya a los niños siquiera
Pueden ellos asustar

Caballeros y princesas
Hasta el fin, encontraran
Una vieja que entienda
Su historia, para poder contar

domingo, 9 de marzo de 2008

en la habitación

Abrió la puerta bruscamente y entró a la habitación casi corriendo, el sudor cayéndole desde la frente hasta la nariz, ya sin importarle siquiera su aspecto o lo que sucedía alrededor. Podía oír, como un grito ajeno, el silbido de la tetera que hervía agua envuelta un fuego abrasador. Un poco más allá la cortina peleaba con el viento, en una discusión eterna sobre la entrada o no de la luz del sol a la gris habitación, que se lamentaba en un silencio sepulcral. En la esquina opuesta un televisor ya entrado en años hablaba en silencio con el teléfono, que reposaba a un costado sobre una cansada mesita de luz, hecha de roble y repasada con barniz.
–¿Qué sucede? –preguntó el perro, revolcándose en el suelo y sacando la lengua alegremente. Volvió su mirada y lo observó sorprendido. Estaba ahí, en la misma posición en que lo había dejado la noche anterior. Y sin embargo la puerta estaba rajada y alguien o algo le había roto una pata a la mesa ratona, la pobre lloraba a horrores. Una lagrima brotó de su único ojo, el otro lo había perdido en su viaje a Salta, todavía no recordaba cómo. El sudor y la pequeña lágrima se mezclaron sin problema alguno y surcaron su rostro lenta y tiernamente, mojándole suavemente los labios, ya resecos de tanto correr. De pronto un timbre agudo. –¿Pasó algo? –volvió a preguntar el can- se le nota preocupado –el animal se rascó la oreja frenéticamente –dígame, por favor, quiero saber, esto ha sido muy aburrido y solitario, el televisor perdió la voz y me quemé tratando de ayudar a la tetera, es muy terca, quiere hacer todo por su cuenta
–Yo... tú... el televisor –balbuceó tontamente, sin saber exactamente que decir. El viento y la cortina dejaron su discusión para observar la escena, era gracioso verlo ahí parado, con cara de idiota y la mirada perdida en los ojos blancos y fríos de la bestia
–Me lo imaginé –murmuró el perro rodando sobre la alfombra y moviendo la cola con alegría
–¿Qué te imaginaste?
–Esto, volviste por que tenías miedo –se levantó y se sentó sobre sus patas traseras –siempre lo haces, desde que te saqué de la perrera
Sonrió algo avergonzado y se dejó caer en un sillón. Tenía razón, pero las últimas semanas habían sido demasiado confusas. La cortina se abrió rezongando y una brisa llena de luz y vida inundó la habitación, dándole un aspecto más alegre. El perro se acercó y se recostó a sus pies, dejando que la voz del televisor volviera a escucharse y que la tetera callara su silbido tan molesto.
–¿Te suicidaste o no? –quiso saber el animal, mientras jugueteaba con los cordones nuevos de su zapato
–Tal vez –respondió cerrando los ojos y suspirando larga y tendidamente, ya olvidándose de las molestas conversaciones entre el teléfono y la cortina, el viento y la tetera, y el resto de los muebles que llenaban el lugar –me pareció hacerlo una o dos veces, pero tenía que volver, así que ya ahora no importa
Su respuesta fue un ladrido, y seguido a eso encendió un habano, inhalo el humo y lo dejó salir, acompañado de una pequeña tos molesta pero necesaria. Esa era la verdadera respuesta, lo que había estado buscando. La calidez, el olor, la compañía y la monotonía, otra vez, eran el eje de su vida

-FIN-

viernes, 7 de marzo de 2008

Y otro ciclo que comienza, y que termina

Ciclos que terminan, ciclos que empiezan.
Ciclos, ciclos que van y que vienen, como la vida, que en sí, es un ciclo (valga al redundancia, valga la repetición).

Hoy, arranca el final del primer ciclo de nuestras vidas, hoy arranca lo último que vamos a vivir juntos, la aventura final, termine bien o termine mal.
Hoy arrancamos el final de nuestras vidas como jóvenes, para que cuanto esto termine, seamos hombres, y mujeres, ya crecidos, ya maduros. No será fácil, estoy seguro, nunca nadie lo aseguró, pero sólo hay que poner un poco de voluntad, que así, todo se hace más llevadero, y no por ser difícil tiene que ser malo, al contrario, le apuesto mi alma al diablo de que será una experiencia inolvidable.

Suerte, compañeros... amigos... ¡hermanos!, tengamos un buen año