lunes, 19 de mayo de 2008

Y así empezó el desfile en el que sólo algunos eran hombres. El negro predominaba la situación, como si de esa forma quisieran presentar algo de respeto o sentimiento, no entendían que ya no los vería más, aunque corrieran desnudos por aquel verde campo, ya no se enteraría. Las mujeres lloraban. Algunos hombres, apartados, echaban miradas sombrías a todo aquel que atinara a sonreír. Él levantó la vista y la vio, encerrada en su tormenta, ajena a todo aquello. ¿Qué pasaría por esa cabeza tan confusa? Quería correr y abrazarla, pero a cada paso que daba las palabras se enredaban en su boca como si su lengua se trabara. Entendió que no sabía que decir, entendió que todo intento de palabra resultaría vano, incluso hipócrita. Otra vez las mujeres rompieron en llantos y así una cadena que terminó en ella. Varios brazos la rodearon y se la llevaron. Él, observó tranquilo, manos en los bolsillos... ya habría tiempo

1 comentario:

ElChapa dijo...

Muy bueno este papá...y la teoría de los menganos y fulanos y carlitos y josé (jajaj) también está interesante!

Un gran abrazo!